El sexo después de ser madre

¿Alguien te había hablado del sexo después de ser madre? Te proponemos un «juego»: piensa, por un momento, en cómo era el sexo antes de ser madre, ¿lo tienes? Muy posiblemente te vengan a la cabeza palabras como: divertido, sensual, placer, experimentación…

Pero, ¿y si te pedimos que pienses en qué palabra te viene a la cabeza ahora, con un/a bebé en casa? Posiblemente sean parecidas a las siguientes: presión, cansancio, pereza, ¡que sea rápido!, dolor, no me apetece, que no nos interrumpan…

¿Te imaginabas que sería así? ¿Alguien te había hablado del sexo después de ser madre? No siempre es fácil encajar que el sexo cambia, sobre todo cuando nadie nos habla de esto, y cuando nuestras expectativas, las de nuestra pareja, incluso, las expectativas que nos impone la sociedad, nos hacen pensar que esto no será así.  Posiblemente, si alguien nos contara muchas de las cosas con las que nos encontramos al ser madres encajaríamos mejor esta nueva etapa, tanto nosotras, como nuestra pareja. 

Partimos de la base que cada mujer es diferente y que cada persona se relaciona con su sexualidad a su manera, hay mujeres que rápidamente después del parto sienten deseo y reactivan su vida sexual con normalidad y sin dificultades. Pero lo más habitual que nos encontramos, es que después de parir, sintamos una disminución importante de nuestro deseo sexual. Y es lógico, ¿no? Estamos cansadas, podemos sentir dolor durante las relaciones sexuales, tenemos los pechos llenos de leche, y como consecuencia del baile hormonal, nuestra lubricación puede verse disminuida, al igual que la esponjosidad y la elasticidad vaginal. También muchas mujeres nos cuentan que no se sienten a gusto con su cuerpo, este ha cambiado después del embarazo y el parto, y debemos darnos tiempo para adaptarnos a todo esto.

Y entonces, ¿por qué ésto que puede parecer tan lógico, las mujeres y la pareja lo vivimos como un problema? Lo vivimos como una señal de alarma, de que algo no va bien, y de que quizá, estamos descuidando una parte importante de nuestra vida, e incluso que estamos descuidando la relación de pareja. Posiblemente esto suceda, porque como hemos dicho, nadie nos advirtió que esto sería así, porque pensamos que lo “normal” es recuperarse después de pasar por la “cuarentena”, y no siempre es así, si lo es, fantástico, pero si no lo es también tenemos que respetarlo. La maternidad suele ir ligada a sentimientos de exigencia y de culpa con una misma, y en el tema del sexo, no podía ser menos. 

Debemos ser conscientes de que nuestro deseo sexual, al igual que nuestxs bebés, y que muchas otras cosas en nuestra vida, necesita un tiempo para adaptarse y recuperarse, y la recuperación de nuestra sexualidad (individual y compartida) también requiere de atención, de cuidado, de tiempo y, sobre todo, de paciencia y respeto. Presionarnos en este sentido y culpabilizarnos no nos ayudará ni nos beneficiará en nada, sino todo lo contrario. La presión y el placer, no suelen ser buenos amigos.

Entonces, ¿cómo podemos cuidar esta esfera sin presionarnos y sin forzar encuentros sexuales que no nos apetecen? ¿Podemos cuidar la sexualidad sin sexo? ¡SÍ, un sí rotundo! Pero en primer lugar, como ya hemos comentado más arriba, tenemos que poder normalizar y aceptar que esto forma parte de esta etapa, comunicarnos mucho con nuestra pareja, no culpabilizarnos, y no encender señales de alarma que no son necesarias

La sexualidad no solo es sexo, y podemos cuidarla, mimarla y cultivarla cuidando de la intimidad. ¿Cómo? Con abrazos, besos, mimos, caricias, palabras bonitas, sorprendiéndonos y cuidándonos. En definitiva, no dejar de conquistarnos en nuestro día a día. Cuidando estos aspectos, muy posiblemente el deseo se irá restableciendo poco a poco.

Es importante recalcar que después del parto debemos hacer una buena valoración y un buen  tratamiento, en caso que sea necesario, con una fisioterapeuta especializada en suelo pélvico, de esta forma cuando poco a poco nuestro deseo se vaya reactivando, nuestro cuerpo nos permitirá poder disfrutarlo sin sentir dolor o molestias habituales del postparto. 

De igual manera, si emocionalmente no estamos bien, la presión nos puede, vemos que a nivel de pareja se generan más conflictos, etc… también recomendamos acudir a una psicóloga especializada en psicología perinatal, terapia de pareja y sexología clínica. 

A modo de conclusión, podríamos decir que la comunicación, el formar equipo con la pareja, el trabajar para normalizar la situación, el respetarnos en cuanto a  tiempos, cultivar la intimidad y la sexualidad en cada etapa, así como acudir a profesionales especializados si lo consideramos necesario, serán las claves para poder ir recuperándonos.

Carlota Portabella
Psicóloga perinatal